CAPÍTULO 2
El niño: consideraciones
psicológicas y pedagógicas
Desarrollo y aprendizaje del niño:
algunas consideraciones
Desarrollarse
significa cosas muy diferentes para mucha gente, y sea cual sea la definición
que damos, nunca será aceptada universalmente. El desarrollo se refiere a: a)
los cambios en la estructura y las características del comportamiento que
tienen lugar durante toda la vida; b) hasta cierto punto, a la manera como el
talento individual, las circunstancias, los hechos y los encuentros se
interrelacionan para determinar los caminos que conducen a la madurez y más
allá de ella; c) todo un conjunto de transformaciones cualitativas, como sí la
persona funcionara de diferente maneras según el momento. Para otras
personas, el comportamiento está gobernado del mismo modo independientemente de
el edad y el desarrollo sólo es una acumulación de habilidades.
El crecimiento y el desarrollo son procesos que tienen
lugar al mismo tiempo pero a diferente velocidad que el desarrollo físico y
motor, psicosocial, cognitivo y lingüístico. La adquisición
de conocimientos y habilidades en literatura, matemáticas, ciencias, sociales y
arte es inherente al crecimiento y desarrollo. Una vez reconocen esto, los
educadores infantiles adoptan la visión del niño como un todo que observa y
facilita el crecimiento, el desarrollo y el aprendizaje en todas estas áreas.
De ahí que han de estar atentos al hecho que, aun cuando los niños y niñas
presentan similitudes en sus capacidades cognitivas y características
personales, pueden haber diferencias significativas que afecten las capacidades
matemáticas, visuales, espaciales y verbales y el grado de agresividad
(Cándido, Joaquim, 2002). Estas diferencias ya seobservan en niños alrededor de
los dos años de edad cuando escogen juguetes y actividadesque siguen dos
tendencias diferentes en función de la edad.. De hecho, las niñas de cuatro o
cinco años no muestran nuevas tendencias con la edad hecho que si sucede con
los niños, las acciones de los cuales son cada vez más estereotipadas. Esto es
importante porque los niñosde tres a cuatro años son conscientes de las
diferencias relacionadas con el sexo y actúan de acuerdo a ellas.
Podemos considerar, en opinión de (Puckett y Black, 2000)
que los niños pequeños: a) tienen una necesidad innata por aprender y, por lo
tanto, de ser alumnos competentes, ambiciosos y con confianza; b) pueden
iniciar y dirigir su propio aprendizaje dentro un marco que se lo permita y los
enriquezca; c) adquieren conocimiento a través de las interacciones con
adultos, entre ellos, con determinado tipo de material y de la realidad; d) se
desarrollan a diferente velocidad a nivel físico, emocional, social e
intelectual. Sin embargo, también tendríamos que tener en cuenta el sexo,
puesto que los niños tienen tendencia a jugar con niños de su mismo sexo. Esto
es todavía más evidente entre los niños de cuatro y cinco años (Silva, A. y
col. 2000). De hecho, hasta los cuatro años, los niños aprenden las
características asociadas a cada sexo; de los cuatro a los seis años
desarrollan asociaciones más complejas a través de la información acumulada
sobre su propio sexo; y a partir de los seis años cada niño aprende algunos
aspectos importantes del sexo contrario. (Martin y col. 1990).
Los primeros ocho años de vida son críticos para el
desarrollo general. De ahí que es importante implementar una enseñanza de
calidad y adecuada a los niños pequeños. Por el hecho que los fundamentos del
aprendizaje se adquieren durante la infancia es importante reconocer que en él
participan diferentes tipos de inteligencia: lingüística, lógica, matemática,
espacial, musical, cinética del cuerpo, interpersonal y naturalista (Gardner,
1993). El aprendizaje va de lo concreto al abstracto a través de: (1) la
exploración y la interrogación activa, (2) los ambientes de aprendizaje ricos,
(3) contextos sociales que favorecen la interacción entre los aprendices y (4)
el ayuda de los adultos o niños mayores. El cerebro ha de estar ocupado si
queremos que haya aprendizaje, independientemente de sí se trata de un niño o
una niña. Considerando el problema de géneros y relacionándolo con el proceso
que acabamos de mencionar (1) de exploración e interrogación activa tenemos que
referirnos a una cita de E. Rostand: Haber jugado con muñecas o soldados de
plomo, es tan importante como las hormonas en la diferenciación física entre
hombres y mujeres (citada por Tapón. P., 1985). En referencia a los contextos
sociales (3) que favorecen la interacción entre todos los aprendices,
destacamos las investigaciones realizadas por Christine Morin (en
Acioly-Regnier y col., 2001) que concluyó que los niños obtenían mejores
resultados si trabajaban en grupos mixtas en comparación a los resultados
obtenidos en grupos homogéneos exclusivamente formados por niños del sexo
masculino. Esto no se observa en el caso de las niñas. Así pues, la autora
concluyó que el factor mixto era claramente positivo para los niños pero no
por las niñas. Elena Belloti (citada por Tapón .P., 1985) observó que los niños
y niñas de dos años eran muy similares y que les gustaba y hacían las mismas
cosas, pero que cuándo llegaban a los tres años, cada uno de los sexos ya
seguían las reglas sociales.
En resumen, se puede afirmar que: a) el conocimiento se
basa en la lengua, las creencias y las costumbres de las diferentes culturas;
b) existen diferentes tipos de conocimientos: físico, matemático, lógico y
social (Piaget, 1952); c) tanto los productos como los procedimientos son
importantes a la hora de adquirir conocimiento; d) la resolución de problemas
tendría que sustituir el método de aprendizaje basado en la memoria si se
quiere que el aprendizaje tenga un sentido y los conocimientos perduren un
tiempo; e) los nuevos conocimientos se construyen sobre conocimientos y
experiencias anteriores y reciben la influencia de las percepciones
individuales, f) los conocimientos se adquieren de manera más efectiva en
contextos que tengan algún significado; g) la adquisición de conocimiento es un
proceso que dura toda la vida; h) los niños y las niños no se comportan ni
aprenden de la misma ni tienen los mismos intereses.
Algunos descubrimientos sorprendentes de los últimos años
en el ámbito de la neurociencia y la tecnología, han permitido obtener nueva
información sobre el funcionamiento y el desarrollo del cerebro, además de
revelar que durante los primeros meses y años del desarrollo, las conexiones
nerviosas se establecen en gran velocidad, y que dependen del tipo de
experiencias vividas durante periodos específicos del desarrollo. Los
resultados de estas investigaciones han servido para centrar la atención en la
importancia en el desarrollo, de los primeros años de vida, en especial durante
los tres primeros. La plasticidad es máxima durante este periodo. Los
tres primeros años son críticos y hasta los diez años el cerebro está
constantemente creando redes de conexiones neurològiques (Caine i Caine, 1994,
Shore, 1997; Sylwester, 1995). Durante los primeros años, el cerebro
establece más conexiones de las que necesita y aquellas que no se utilizan son
eliminadas. Esto, de una parte genera oportunidades para aprender
cosas de diferentes áreas, pero al mismo tiempo, puede generar vulnerabilidad
en situaciones en qué las condiciones del medio sean pobres y adversas.
Por eso es por lo que es tan importante crear algunos
tipos específicos de experiencias durante algunos periodos determinados del
desarrollo. Las ventanas de oportunidad. Por ejemplo, entre uno y
cinco años, es importantísimo a nivel matemático y lógico que:
- El
material de juego y de trabajo favorezca el pensamiento matemático y
lógico. Por ejemplo, es importante utilizar materiales que se puedan
manipular, arreglar, entresacar, agrupar, secuenciar, contar y
reconstruirse de diferentes maneras;
- La
interacción entre el niño y el adulto facilita poder hacer preguntas, la
razón, la lógica y el pensamiento analítico;
- Se
presenten muchas y variadas oportunidades para solucionar problemas
reales, formular hipótesis, experimentar con las respuestas, formular
preguntas;
- Se
disponga de horarios diarios o semanales y una rutina previsible.
En este punto también tendríamos que tener en cuenta el
hecho que las niñas son, por
naturaleza, más curiosas y lógicas que los niños.